miércoles, 2 de mayo de 2012

El orden contra-ataca



Hace unos años me reía de los sábados decrépitos de mi madre. Su look de señora fashion quedaba revestido por los puños doblados de una remera, un broche en el pelo y un par de zapatillas empolvadas.

 Era otra. Era otra pero por un motivo que me sacó de quicio durante toda mi infancia: Los sábados eran para limpiar. Para limpiar el zócalo de la pared, el lado izquierdo de la perilla del lavamanos y la cerradura de la puerta. En mi casa se limpiaba a pleno.

El olor a desifectante se mezclaba con el de lavandina, el piso era para patinar, volaba ropa para lavar, sábanas con perfume y el humor en el ambiente era inmediato: Había que ayudar.

Y no sólo eso. Era una mocosa con trenzas en el pelo cuando visitaba a mi abuela paterna y ya tenía bien claritas las reglas para una convivencia óptima en la casa de la Chicha. Jamás me pareció raro, es más, creo que ya lo llevaba incorporado.

El tema del aseo y la prolijidad en mi familia se siente. Escucharlo quizás suene psicótico. No, no soy un ente cuasi-adicta al orden, pero mi genética no anda con vueltas. Así fue que salí bien ordenadita. No me gusta levantarme sin hacer la cama, las pelusas acumuladas, el olor a encierro, el baño hecho un furgón de guerra ni la yerba que se cayó por un costado del tacho de basura.

Abro los ojos como dos huevos fritos y largo una risita nerviosa cuando me cuentan de hermanos menores pintando paredes en la casa o de dulce de leche pegoteado en la alacena. El momento exacto en donde la salsa de hace tres día todavía sigue decorando la cocina es el límite. Mi peor paisaje es la pila de platos amontonados con cubiertos desparramados y una olla que me mira amenazante.

No puedo con mi genio.



3 comentarios:

Nehuén dijo...

queres una peli de terror?? veni a mi casa ;) yo pienso igual que son pocas las mamas como la tuya. Y ahora que estudiamos todos peor, mi habitación esta muy abandonada, pero si de ves en cuando me agarran ataques de limpieza que pueden durar horasss diass jaaj Saludos!

sandocan en bicicleta dijo...

lo mio es la constancia. que no tengo. ni muy ordenado, ni muy desordenado. hasta que llega epoca de examenes y paso blem a hasta el ultimo recoveco de los muebles. pero ya me di cuenta que eso es solo una excusa mas para no tomar el libro y leer.

un saludo grande desde la lejania.

sandocan en bicicleta dijo...

lo mio es la constancia. que no tengo. ni muy ordenado, ni muy desordenado. hasta que llega epoca de examenes y paso blem a hasta el ultimo recoveco de los muebles. pero ya me di cuenta que eso es solo una excusa mas para no tomar el libro y leer.

un saludo grande desde la lejania.