martes, 25 de septiembre de 2012

Son las cosas del destino


Hay quienes creen en la belleza congénita de las casualidades que atrapan. Otros quizás renieguen de sí mismos intentando darle la mano al destino, dignos creyentes de un estaba escrito intachable. Y por otro lado también están los incurables que se regalan certezas y que terminan llorando en secreto abajo de las sábanas o encerrados en el baño con la canilla abierta.

Si me preguntan, soy socia vitalicia del último grupo. Ato y desato mis nudos atravesándolos por un primer plano que se compone de plenos convencimientos. No hay nada que sea imposible. Al menos para mí. Al menos para mi cabeza. Al menos para mi imaginación.

Me pongo en el papel de abuela con refranes abajo de la manga."Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe". Y mi barco de papel se hunde. Mis partículas subatómicas dejan de existir. Y el globo se termina pinchando. ¿La ilusión? Llegó a su fecha de vencimiento, pero no por eso concluye ahí.

Me acecha mi propia certeza. O mejor dicho, mi creencia en la certidumbre. Mi no-espanto a la incertidumbre. Mi fé.

Soy versada en el destino, en las casualidades y en la plena convicción de que las cosas se visten de cambios para mejor. Y es ahí cuando llego al punto de asustarme, de agachar la cabeza y acallar mis ansiedades. No todo está escrito, no todo es el destino, no todo está encuadrado en el perfecto convencimiento de las cosas hechas a medida. Aún así: nada me parece inverosímil.

Los escalones indomables que cuesta arriba parecen no tener fin me motivan a saltar. Cara o cruz, la suerte está echada.




4 comentarios:

Melodías Agridulces dijo...

Es un placer leer cada entrada tuyo (tenía que decírtelo).
Aún no sé si creer en las casualidades o en el destino.
Aunque, supongo que me inclino un poco mas por las casualidades. Pensar que toda nuestra vida está predeterminada, no me gusta para nada. Pero claro, como vos escribiste, nada me es inverosímil.

(besos agridulces)

Mica dijo...

y te quedas esperando que la suerte o un misterioso destino te regale miles de sonrisas y te ayude a seguir. no vale nada afirmar o negar, lo que viene despues quien sabe! nunca pierdas las iluciones, el deseo y las ganas de vivir, nunca dejes que nada, ni nadie, oprime tu imaginacion y tus ganas de vola! me encanto la entrada! mucha luz!

Viki dijo...

Me encanta cómo escribis!!!! La suerte está hechada :)

Julieta en jumper dijo...

Escribís de una manera hermosa!! Y me parece bárbaro que para vos no haya cosas imposibles. Cuando se pierde esa creencia, se pierde la motivación, creo yo.
Un beso!